El respeto permite que seamos diferentes
dando lo mejor de nosotros mismos
y permitiendo a cada uno
crecer a su ritmo.
Los mandalas son para mi como una invitación a una danza cósmica, que nos aporta serenidad…Al pintarlos disfruto de mi propio ritmo y del cambio de rápido a lento, dentro y fuera, llegar y marchar. Pepi